Tras un lento inicio del año, la demanda de espacios comerciales de calidad por parte de los minoristas se ha visto reforzada en estos primeros meses del año. Y todo apunta al éxito de la omnicanalidad en el reatil.
El papel del ecommerce en la supervivencia del retail
Para entender la alianza del comercio físico y online, es necesario entender las demandas del nuevo consumidor, cada vez más acomodado y centrado en las experiencias. Las grandes marcas están más que consolidadas en cuanto a ventas se refieren, ahora les toca transmitir un poco más allá y hacer que esa experiencia de compra merezca la pena desplazarse hasta la tienda.
Hablamos de flagships, de locales comerciales con ubicaciones prime en el centro de la ciudad. ¿Y si combinamos el espacio de venta con el de recepción y devolución de pedidos online? Es una manera de atraer a toda nuestra clientela a la tienda, y cerrar ese proceso de venta que aunque ha empezado online, puede terminar online. Porque aunque el ecommerce nos facilita en cierta manera ese proceso, seguimos valorando la accesibilidad y la proximidad de los comercios.
La clave está en la omnicanalidad: locales con un punto de venta físico, pero que funcionen a su vez como punto de entrega y devolución para los compradores online. Un ahorro de recursos económicos y ambientales que favorece tanto al comercio como el cliente, no teniendo que hacer cargo de los gastos de envío ni devolución