Las razones para volver a trabajar a la oficina, ya no son cuestiones de rendimiento, responden a una mayor preocupación por los aspectos humanos y sociales. En el futuro del trabajo las empresas priorizarán la seguridad, el bienestar y la salud mental de los y las empleadas.
El centro de trabajo del futuro será cualquier lugar y en cualquier momento, con la oficina tradicional actuando como centro de productividad y sirviendo como polo de interacción social, colaboración e innovación y como uno de los muchos instrumentos que impulsan el rendimiento constante, las experiencias y el bienestar de las personas.
Así las cosas, las nuevas oficinas o espacios de trabajo, deberán seguir estos 10 consejos:
- Priorizar la salud, el confort y el bienestar de las personas
- Aprovechar la pandemia como acelerador y poner en marcha ya la transformación.
- Imaginar el futuro del trabajo después de la pandemia y comenzar a diseñar escenarios con la vista puesta en el futuro cercano.
- Evolucionar el programa de movilidad para permitir trabajar desde cualquier parte.
- Explorar una movilidad laboral «híbrida» para lograr una mayor solidez en el futuro.
- Plantearse estrategias de transformación de la cartera inmobiliaria internacional con una presencia líquida para atender a una plantilla dispersa.
- Estudiar el cierre de centros más pequeños y superficies adicionales en el marco de una presencia dispersa.
- Optimizar los costes de ocupación de inmuebles y/o de explotación y los resultados financieros.
- Acelerar las inversiones en transformación tecnológica en el lugar de trabajo para posibilitar una plantilla digital.
- Desarrollar un sólido programa de salud y bienestar para los trabajadores y abordar el impacto en la salud mental y la fatiga derivados de la larga duración de la pandemia.
Informe Reimagine: el futuro del trabajo para crear un mundo mejor