Imagina vivir en una ciudad donde todo lo que necesitas está a 15 minutos de distancia, ya sea a pie, en bicicleta o transporte público. Sin tráfico, sin prisas, y con la comodidad de tener tu trabajo, tiendas, parques y centros de salud a la vuelta de la esquina. Este es el concepto de la ciudad de 15 minutos, y Bilbao es un claro ejemplo de cómo esta visión está transformando nuestras vidas de forma positiva.

Bilbao, con su apuesta por la movilidad sostenible y sus amplias zonas peatonales, ya ha dado pasos hacia este modelo. Si alguna vez has paseado por las orillas de la ría, recorrido el Casco Viejo o calles tan céntricas como Ercilla o la recién peatonalizada Iparraguirre, te habrás dado cuenta de la comodidad de vivir en una ciudad donde todo parece estar a «un paseo». Este enfoque no solo mejora nuestra calidad de vida, sino que también cuida del medio ambiente al reducir la necesidad de usar el coche​ y revitaliza las ciudades. Este modelo de ciudad impulsa los comercios locales. ¡Qué bueno es poder hacer tus compras sin necesidad de desplazarte grandes distancias! Bilbao es una ciudad que ha sabido aprovechar esto, con iniciativas que revitalizan zonas como los mercados tradicionales y apoyan a los pequeños negocios. Esto no solo nos beneficia como vecinos, sino que también crea barrios más vivos y cohesionados​

Más allá de los beneficios tangibles, lo mejor de una ciudad de 15 minutos es el tiempo que nos devuelve. Tiempo para disfrutar más de nuestra familia, amigos, y de nosotros mismos, sin el estrés de los desplazamientos largos y agotadores. Bilbao, con su tamaño y su planificación urbanística, está logrando que vivamos más conectados, no solo físicamente, sino también emocionalmente con nuestro entorno y nuestro botxo.

Bilbao es un ejemplo de cómo una ciudad de 15 minutos no es solo un ideal, sino una realidad que mejora nuestra calidad de vida cada día.