El informe de Savills Office Fit deja una clara conclusión: el 87% de los empleados en Europa cree que la oficina es esencial. Eso sí, la vuelta a la oficina tiene que hacerse con con algunos cambios.
La oficina sigue aquí para quedarse, pero necesita cambios. Los trabajadores están pidiendo a sus responsables que les proporcionen un espacio de trabajo sano y seguro en un entorno productivo que ponga al empleado en el centro. Repensar la relación oficina-personas es ahora una obligación en la que los arquitectos debemos fomentar una nueva forma de pensamiento en los máximos responsables de las empresas, donde se piense en las personas como nunca se había hecho y donde el foco sea ayudarles a anticiparse al futuro.
Leyre Octavio de Toledo.
Uno de esos cambios hacer referencia a la flexibilidad para trabajar en localizaciones alternativas a la propia oficina. Un 12% de los 100.000 encuestados declara que trabajaría en espacios flex o coworking frente al 3% de hace un año.
Los resultados de la encuesta también hablan de la salud, y la gestión del flujo de personas. El 49% señala iniciativas relacionadas con la salud y el bienestar y el 38% desearía una aplicación del edificio que facilite cosas como consultar la calidad del aire o reservar puestos de trabajo.
Sobre la ubicación, las oficinas urbanas vuelven a ser las preferidas: un 52% señala el centro de las ciudades como su opción favorita, frente al 40% en junio de 2020. Del mismo modo, la encuesta revela que la flexibilidad empieza a ser cada vez más importante. Un 27% de los encuestados respondió que utilizaría una oficina cercana a su casa además de la propia si tuviera la opción. ¿Estamos ente el nacimiento de «oficinas satélite»?
Al preguntar sobre qué mejorarían en sus oficinas previas a la pandemia, el 79% de las personas encuestadas aseguran que les gustaría encontrar mejoras relacionadas con la seguridad, el 74% con la disminución de ruido y el 71% con la reducción de olores.