El discurso del “teletrabajo ha venido para quedarse” está muy manido ya, y no hace falta ningún estudio que diga que la manera de trabajar ha cambiado… ¡si incluso Zoom ya es un verbo y todo!
Hemos cambiando el dónde, y ahora vamos al cuándo. Porque la flexibilidad no solo es cuestión de espacio, también de tiempos. De hecho, el 48% de las personas afirma que si ya no pudiese trabajar de manera remota, buscarían otro trabajo que se lo permitiese
A medida que el lugar de trabajo ha cambiado, también lo han hecho las expectativas de los empleados. Las personas que trabajaron desde casa durante la pandemia ahora han experimentado los desafíos y beneficios del trabajo remoto de primera mano. Debido a esto, la pregunta es: ¿las nuevas expectativas de los empleados se alinean con lo que los empleadores planean ofrecer después de la pandemia? No exactamente. El 39% de las empresas exigen que los empleados estén en la oficina a tiempo completo, pero solo el 29% quiere estarlo.
Si bien es cierto que el teletrabajo implica hacer malabares para las personas con niños o mayores a su cargo y mascotas, con el fin de poder cumplir tanto en casa como en el trabajo, el equilibrio vida-trabajo cada vez toma más peso.
A todo esto hay que sumarle que durante la pandemia, muchas personas decidieron mudarse temporal o permanentemente a “la casa del pueblo” o casas más amplias. Así lo hicieron más de una cuarta parte de las personas que teletrabajaron.
Para muchos, la transición al trabajo remoto comenzó con la configuración de un espacio de trabajo en casa, el aprendizaje de nuevas herramientas online y la adaptación a nuevas formas de relacionarse virtualmente con colegas y clientes.
Los y las trabajadoras tienen nuevas necesidades y expectativas: solo el 1% de las personas que trabajaron desde casa durante la pandemia dicen que son menos productivas. Estos datos parecen no ser suficiente para la dirección que sigue siendo escéptica; el 36% está preocupado por la productividad de las personas a su cargo.
Está claro que los empleados están viendo y sintiendo los beneficios del trabajo remoto, pero también hay inconvenientes: largas horas, mayor estrés y, por supuesto, agotamiento. Dirección y plantilla deben trabajar de manera conjunta para superar estos desafíos.
Los datos del estudio de Owllabs sobre el estado del teletrabajo, revelan que el 55% trabaja más horas en remoto, de lo que lo hacía en oficina
Las empresas exitosas son las que piensan en una estrategia a largo plazo en lugar de “sobrevivir a esta crisis”. La realidad es que la mayoría de las empresas se vieron obligadas a trabajar en remoto y ahora son un poco más híbridas. Todas debemos remar juntas para crear una nueva forma de trabajar que sea productiva tanto para las empresas como para los empleados.