La gestión de residuos como el plástico, es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos a día de hoy. La próxima vez que salgas de paseo ya sea por la ciudad o por la playa, intenta contar todos los plásticos que ves tirados por el suelo. No das abasto.

“El mundo produce alrededor de 300 millones de toneladas de residuos plásticos cada año. Hasta la fecha, solo el 9% de los desechos plásticos generados se han reciclado, y solo el 14% se recolecta para reciclar ahora”, asegura Naciones Unidas. Una cantidad, sin duda, muy baja, lo cual supone que el resto acaba en vertederos o, peor aún, esparcidos por en el medio ambiente.

Dar una solución a los problemas que esta situación puede crear pasa por dos vías. Por un lado, reducir la producción; por otro, gestionar de manera adecuada los residuos plásticos.

En esta última línea, con el objetivo de reducir los residuos y desperdicios causados por los envases de plástico, en la ciudad griega de Salónica se ha lanzado una interesante iniciativa que lleva por nombre Print your city, que forma parte de un proyecto más global llamado Zero Waste Lab,

Con ella, los ciudadanos recolectan sus desechos plásticos y los colocan en contenedores azules para reciclarlos y convertirlos en valiosos objetos utilitarios para la ciudad con la ayuda de la tecnología de impresión 3D. De esta manera, la ciudadanía participa en el proceso de innovación y creación, y colaboran en alcanzar el objetivo de convertir Salónica en una ciudad sin residuos de plástico.

Los usuarios pueden personalizar los muebles a través del sitio web del proyecto, para elegir entre diferentes parámetros, como los colores y funcionalidades y también seleccionando en qué espacio público de la ciudad les gustaría verlo. Las opciones que se incluyen para cada objeto son muy variadas y se incluyen una maceta, un portabicicletas, un tazón para perros y una estantería, entre otras. Cuando se elige se elige el diseño, el sitio web le dice al usuario cuánto plástico reciclado se necesitaría para hacer el objeto. Por ejemplo, un gran banco en forma de triángulo con una biblioteca y un jardín urbano requeriría 90 kilogramos de plástico reciclado para construir.

El mobiliario urbano impreso en 3D tiene funciones adicionales integradas que promueven unestilo de vida saludable y respetuoso con el medio ambiente en la ciudad. Cada objeto puede presentar un portabicicletas o un mini gimnasio, una maceta para árboles, un tazón para alimentar perros o un banco que incorpora una minilibrería donde dejar libros.  Además, las geometrías se basan en curvaturas ergonómicas que se adaptan a una postura corporal relajada.

Sin duda, este tipo de actuaciones suponen un soplo de aire fresco y permiten aliviar la presión que se ejerce sobre el medio ambiente. De hecho, los profesionales que dirigen el proyecto tienen la intención de hacerlo crecer y llegar a otros lugares, como Ámsterdam, donde ya han diseñado algunos objetos a partir de esta nueva forma de reciclar.

¿Te gustaría que este tipo de proyectos funcionases en tu ciudad?

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