El teletrabajo ha sido puesto a examen sin previo aviso. A priori, es una opción que puede parecer jugosa; ahorrarse el atasco de la mañana hasta la oficina, no pensar en qué ponerte y la autogestión de tiempos y espacios. Pero, ¿cómo han reaccionado las empresas y empleados/as al teletrabajo?
Según el estudio In place de Cushman & Wakefield, El 99% de las personas encuestadas considera que disponer de una oficina física es primordial, haciendo referencia a las relaciones humanas, la colaboración, el trabajo en equipo o que la cultura de empresa no es sustituible.
“Tras la pandemia y el escenario generado, las oficinas no volverán a ser las mismas, se convertirán en un punto de encuentro para fortalecer la cultura corporativa de empresa, que fomente la creatividad y la innovación. Las empresas deben prepararse para estar alineados con lo que los profesionales desean y el nuevo escenario, creando un plan de gestión del cambio que contemple políticas de flexibilidad, digitalización, omnicanalidad y un entorno de trabajo con medidas wellbeing”.
Óscar Fernández, director de negocio y desarrollo de Cushman & Wakefield en España.
Algunas conclusiones relevantes del estudio:
- El 73% de los encuestados se han sentido igual o más productivos teletrabajando durante el confinamiento que de manera habitual en la oficina.
- El 62% de los empleados trabajaba en empresas que no contaban con políticas de teletrabajo antes al Covid-19.
- Antes de la pandemia, el 71% de las compañías que tenían implementadas políticas de teletrabajo eran multinacionales, solo el 29% eran nacionales.
- El sector tecnológico encabeza el ránking con mayor implantación de teletrabajo. La Administración pública, la que menos.
Visto en brainsre.news