Atrás quedo el tener que coger el coche para ir a hacer la compra a grandes superficies o centros comerciales, y es que cada son más los retailes que están volviendo a los centros de las ciudades.
El nuevo consumidor reclama más atención personal, comodidad y cercanía por parte de los retailes. Pero cuidado, ¿son necesidades de un nuevo tipo de consumidor? Para nada, y es que la historia se repite. Allá por la década de los 90, adoptamos un nuevo modelo de consumo, seguramente “robado” de los centros comerciales de EEUU. Las periferias de las ciudades se llenaban de centros comerciales en los que pasar el día, y grandes no, gigantes superficies comerciales en las que cargar los maleteros una vez a la semana.
Poco a poco, hemos vuelto a “reclamar” lo que el comercio de proximidad nos ofrecía, y ofrecía a nuestros padres y madres en el caso de los más jóvenes. Las marcas no son ajenas a esto y están adaptando su sistema de distribución y venta. Un ejemplo es la apertura de Ikea y MediaMarkt en Zubiarte, Decathlon de la calle Villarias …
Pero, ¿cómo lo han hecho? las tiendas urbanas MediaMarkt por ejemplo, ofrecen más de 200 servicios y la guinda de esta marca en el centro de Madrid es una entrega en menos de dos horas llevada a cabo por empleados de la cadena que viajan en bicicleta eléctrica. La tienda de Ikea en la calle Serrano de Madrid ha recuperado incluso servicios propios de las mercerías o de las tiendas de ropa de barrio de toda la vida. Allí, un cliente puede pedir bordados para sus sábanas, lacados de mueble al gusto o la personalización del cabecero de la cama. Todo es poco para conquistar el corazón (y el bolsillo) del cliente urbanita.
Qué caprichoso es el destino, que en la época del eCommerce y las Flagship, la cercanía sigue siendo lo más valorado por el consumidor.
Visto en www.hablemosdeempresas.com
Imagen: © Juanma Aparicio